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La DGT podría reducir el límite de velocidad para camiones

La atención publica está centrando al atención de la futura reforma de la Ley de Seguridad Vial en el posible incremento del límite de velocidad para turismos de los actuales 120 km/h a 130 km/h en función de las condiciones de la carretera y el estado de la meteorología.

Sin embargo, esta posible reforma de la Ley de Seguridad Vial esconde también una posible reducción de la máxima velocidad permitida para camines en carreteras interurbanas, así como una limitación genérica de 30 km/h en vías urbanas (frente a los actuales 50 km/h permitidos).

Desde Fenadismer (la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España) y otras asociaciones de transportistas se insiste en la baja siniestralidad del sector comparado con los turismos en general para reclamar que se mantengan o incluso incrementes los límites de velocidad para los vehículos de transporte de mercancías.

Actualmente las furgonetas están sometidas a un límite de velocidad de 90 km/h en carreteras interurbanas frente a los 100 km/h a los que puede circular un autobús, cuyas dimensiones y peso son muy superiores y cuyo riesgo de siniestralidad se la demostrado se, lamentablemente, superior.

También es apunta a que el colectivo de transporte es el que garantiza el cumplimiento de las normativas de velocidad gracias a la inclusión de imitadores de velocidad en los vehículos, extremo que no se cumple en el caso de los turismos en general, que está comprobado que sobrepasan los límites de velocidad de manera reiterada.

Por último, la reducción general a 30km/h en las vías urbanas supondrá una merma importante en la agilidad de distribución de mercancías a tiendas y particulares. La entrega de paquetería privada está subtiendo un importante repunte gracias al alza del comercio electrónico en España. Y, a pesar de que la limitación de 30 km/h puede tener sentido y minimizar la siniestralidad en ciertos puntos conflictivos, su aplicación de carácter general carece de sentido y solo acarreará consecuencias negativas para el sector del transporte de mercancías en particular.

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